El respeto a los abuelos
El recurso del metraje encontrado (found footage) está de
moda y parece que no existe nada que haga pensar lo contrario a los capos de la
industria del cine. Y más todavía si el público acompaña en cada estreno por
sobre lo repetitiva que puede volverse esta propuesta. De esta forma, películas
como “Actividad paranormal”, “El ultimo exorcismo” o “Proyecto X”, demuestran
que más allá de la calidad del producto final, no hay indicios de que este
estilo vaya a desaparecer a corto plazo.
Ahora bien, sin duda “The Visit” (llamada Los Huéspedes en
las salas argentinas) llega con claras intenciones de seguir explotando este
particular fenómeno. Pero también funciona como una suerte de redención para su
director M. Night Shyamalan, que hace bastante tiempo perdió el respeto del
público y la prensa en partes iguales. Tras los últimos tropiezos que significaron
“The Happening”(2008), “The Last Airbender”(2010) y “Después de la
Tierra”(2013), el realizador indio regresa al suspenso con un film que lo deja
mucho mejor parado desde el punto de vista narrativo.
Siguiendo el estilo de la cámara en mano, la película cuenta
la visita de Rebecca (Olivia DeJonge) y Tyler (Ed Oxenbould) a la granja de sus
abuelos maternos (Deanna Dunagan y Peter McRobbie), con el objetivo de
finalmente conocerlos. Sucede que su madre (Kathryn Hahn) tuvo una gran pelea
con ellos durante su adolescencia y el contacto con sus padres quedó trunco
durante la crianza de los pequeños. Es así que su hija mayor aprovecha esta
situación de rencuentro familiar para documentar junto a su hermano la estadía
y lograr que sus abuelos hagan las paces con su madre.
Al principio el recibimiento de los abuelos no puede ser
mejor. Los ancianos se muestran tan encantados de recibir a sus nietos, que las
recetas caseras y los paseos por el pueblo no se hacen esperar. Pero con el
paso de los días, el comportamiento de aquellos simpáticos viejitos se va
haciendo cada vez más siniestro para con sus jóvenes invitados. Especialmente
por las noches.
Como en sus mejores momentos, Shyamalan sabe manejar muy
bien los tiempos para jugar con la mente del público y que termine haciendo sus
suposiciones a partir de lo que no se ve. Aunque esto se nota en mucha menor
medida de lo que se podía apreciar en “El Sexto Sentido” o “Señales”, dos de
sus trabajos más celebrados desde la dirección.
Los Huéspedes hace hincapié en la orgánica relación de los
dos hermanos protagonistas frente a los distintos sucesos que van presenciando
en la granja, para construir un ambiente de tensión. Aunque se trata de una
tensión algo dispersa, que no termina sostener las escenas de terror con las
que promociona el film.
Que no se malinterprete, el horror y el suspenso están
presentes, pero los elementos de comedia negra que se hacen notar a lo largo de
la película, hacen que el llamado clímax de la historia transcurra entre la
risa por lo delirante de algunas situaciones y la expectativa por los misterios
que encierran estos dos ancianos. Y aunque parezca mentira, esto a fin de
cuentas termina enriqueciendo lo que podría haber sido otro estreno de terror
genérico.
De todas formas la película cae en el mismo cliché de casi
todo exponente del found footage al obligar a los protagonistas a filmar la
acción en todo momento (incluso en situaciones de extremo peligro). Aunque
desde un punto de vista cinematográfico es entendible que este tipo de tomas
sea necesario para que la historia avance. Pero se hace injustificable cuando
el género tiene como principal meta dar una sensación subjetividad y realismo
al espectador. Algo que se hace notorio también con los diálogos forzados,
escritos específicamente para hacerle saber al público lo que debería ser
implícito en escena.
Independientemente de los lugares comunes del género, esta
vez Shyamalan se mantiene alejado de las temáticas espirituales ya conocidas de
su cinematografía y prefiere volver a un ámbito más terrenal y no tan esotérico.
Sin embargo parece inevitable que en todos sus films tenga que justificar las
acciones de los personajes a partir de moralejas idealistas, y en este caso
“The Visit” no es la excepción.
Esto podrá gustar más o menos, pero hay que rescatar que a
pesar de recibir tantas críticas por este recurso tan redundante, el director
de “El Protegido” nunca cambie sus convicciones. Porque a pesar de sus defectos
y vicios narrativos, Shyamalan tiene bien en claro qué contar y cómo hacerlo.
Por Nicolás Feldmann
Reseña publicada originalmente el 12 de Noviembre de 2015 en Proyectorfantasma.com.ar