domingo, 6 de julio de 2014

Crítica: Fading Gigolo (2013)

País: Estados Unidos
Dirección y Guión:
 John Turturro.
Reparto: John Turturro, Woody Allen, Sofía Vergara, Sharon Stone, Liev Schreiber, Vanessa Paradis.
Producción: Bill Block, Paul Hanson y Jeffrey Kusama-Hinte.
Duración: 90 minutos.
Año: 2013


Solamente con el afiche y la síntesis del argumento, “Casi un Gigoló” obligaría a gran parte de la platea cinéfila a comprar su entrada. La oportunidad de ver a Woody Allen en una comedia al estilo de su época dorada neoyorkina de “Manhattan” nunca es algo que se pueda menospreciar.

Sin embargo esta no es una película de Woody Allen, aunque de alguna forma comparta el estilo del legendario director al representar la cosmopolita Nueva York.

En este caso John Turturro es el que toma las riendas de la dirección de esta comedia, que tiene tanto de entretenida como lo tiene de superficial.

Murray (Allen) y Fioravante (Turturro) son amigos de toda la vida. Ambos judíos y ya entrados en años, lidiando con dificultades económicas.

Mientras que Murray se ve obligado a cerrar la librería heredada de su padre, el bohemio Fioravante se las arregla trabajando a medio tiempo en una florería. Muy costumbrista hasta acá.
Lo interesante comienza cuando Murray le propone a su amigo convertirse en un taxi-boy, y así cubrir la oportuna demanda de mujeres maduras dispuestas a experimentar cosas nuevas. Todo bajo la representación del personaje de Woody Allen, que astutamente se lleva el 40% de lo recaudado.

El argumento casi no se toma tiempo de presentar a los personajes, ya que a los pocos minutos la premisa principal ya está asentada.

A lo largo de la trama Fioravante se irá relacionando con distintas mujeres, cada una con su propia historia, mientras va cosechando cada vez más éxito entre sus clientas.

Es un argumento con potencial claramente, pero a pesar de la temática probablemente polémica, la película prefiere quedarse en un tenor más inocente que de lo que se podría esperar. Manteniendo más una mirada amable y simpática, que aprovechando el potencial contenido cómico que podrían dar dos hombres mayores intentando llevar un negocio de gigoló.
Por otro lado, se siente algo desperdiciado el elenco femenino.

Contando con nombres como Sharon Stone y Sofía Vergara, que si bien cumplen con creces en sus roles de dominantes y despechadas, solo cumplen la función de ser mujeres en una película de claro punto vista masculino.

Mención aparte, en todo caso, merece Vanesa Paridis que personifica a una judía ortodoxa recientemente viuda que de a poco comenzará una relación con Fioravante.
Su personaje es lo suficientemente profundo para aportar una cuota de sensibilidad en una historia bastante desenfadada.

De todas formas, el encanto principal del film radica en Woody Allen representando al neurótico del cine que todos conocemos. Por lo menos desde lo personal, ya de por sí su presencia le agrega una cuota importante al disfrute.

“Casi un Gigoló” no pasa de ser una comedia liviana pero con bastantes escenas que hacen recordar al Woody Allen de fines de los 70. A su vez Tarturro utiliza muy bien la música para retratar a una Nueva York que siempre parece que tiene mucho que contar.


Pero el hecho de que no pase de ser “entretenida” es algo que probablemente no todos puedan pasar por alto.




Reseña publicada originalmente el 12 de Mayo de 2014 en Cinefilia.tv

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