Guión y dirección: Hernán Guerschuny.
Reparto: Rafael Spregelburd, Dolores Fonzi, Ignacio Rogers, Telma
Crisanti y Ana Katz.
Fotografía: Marcelo Lavintman.
Música: Juan Blas Caballero.
Edición: Agustín Rolandelli.
Dirección de arte: María Eugenia Sueiro. Sonido: Emiliano
Biaiñ y Jésica Suárez.
Duración: 98 minutos
El crítico de cine es siempre visto como un
déspota, como un ser despreciable. Es el encargado de opinar cuando muchas
veces su opinión no es requerida. Sin embargo, la profesión cuenta con el
respeto de ser la palabra mayor cuando se trata de diferenciar entre los buenos
y malos exponentes del cine.
Por eso cuando un crítico pasa a ser el eje principal de un
argumento, personalmente no me queda más que preguntarme cuál sería la opinión
del protagonista en cuanto a sus vivencias convertidas en película o serie de
televisión.
Para eso no hay más que recordar a Jay Sherman de
la famosa serie “The critic” y su opinión
sobre la vida.
Pero a pesar de la interesante propuesta sobre un crítico
de cine y sus miserias intelectuales y emocionales, la ópera prima del
también crítico cinéfilo Hernán Guerschuny parecería que
cuenta otra historia de amor de las ya que estamos acostumbrados.
La diferencia está en su tono paródico y los numerosos
guiños a los más entendidos en el séptimo arte, que hacen que se destaque de
las comedias románticas de las que ya hay de a montones.
Desde el primer momento “El crítico” se
presenta como un film que ve de manera bastante irónica al género romántico en
general y a quienes nos apasionamos por el cine y pretendemos volcar esa pasión
en la crítica, la reseña o el mero comentario. Exhibiendo de esta manera
nuestros gustos más que arbitrarios y subjetivos, que claramente podrían no ser
los mismos que el resto.
La película nos cuenta la historia de Víctor Téllez (acertada
interpretación de Spregelburd), un insociable y cínico crítico cinematográfico
que vive a través del cine que más admira.
Este estilo que tanto influencia sus mordaces sus críticas no es más que el
cine francés de la década del 60, la llamada “nouvelle vague”. Y
reafirmando aún más su devoción, todos sus monólogos en off son en francés.
(Por si todavía no quedaba claro el estereotipo del crítico intelectual)
Téllez vive una vida solitaria entre el
microcine en el que elabora sus artículos y el departamento en el que vive que
se viene abajo. Pero como dictan las reglas en el género, su vida cambia
totalmente cuando por accidente conoce a Sofía (Dolores Fonzi). Una
seductora mujer que con su carácter impulsivo y avasallador se mete de lleno en
el corazón del protagonista. El cuál de a poco se va dando cuenta horrorizado
que su vida se está convirtiendo en el género cinematográfico que más desprecia,
la comedia romántica.
En todo momento el personaje de Spregelburd no
deja de sobreanalizar la situación que está viviendo. Dando lugar en sus
profundas observaciones a situaciones bastante cómicas sobre todos los lugares
comunes de las películas románticas. Abarcando desde la clásica corrida bajo la
lluvia hasta la icónica escena de reencuentro en el aeropuerto.
Todas estas reflexiones en off funcionan como
autorreferencias al mismo género al que la película intenta parodiar, llegando
en algunos casos a romper la cuarta pared con el espectador.
Pero a su vez las referencias al cine no se quedan en el
ámbito más sensiblero. También hay lugar para las alusiones a directores como Frank
Capra y Godard y hasta la parte más teórica del cine incluyendo a los
ideólogos del montaje D. W. Griffith y Serguéi Eisenstein.
Estos
detalles no hacen más que subrayar el pasado del director Hernán Guerschuny
dentro del ámbito de la crítica cinematográfica.
Y justamente esta razón, hace que sea más llamativo que Guerschuny insista
en exponer todos los estereotipos de la profesión que también ejerce en la
representación de Spregelburd como el huraño Víctor Téllez.
“El crítico” podrá ser predecible en
algunos momentos. Pero esta previsibilidad es la principal parodia del
romanticismo que se busca exhibir en el film a partir de un fundamento teórico
y no solamente desde el punto de vista cómico.
Pero todo lo anterior quedaría corto si no fuera por el
encanto de Dolores Fonzi en su personaje al estilo de “Amelie”,
ni la firme interpretación de Spregelburd, que de a poco se muestra
como una alternativa a la Darín-dependencia del cine argentino.
Como resultado final “El crítico” es
un divertido homenaje al cine y sus mecánicas y a los que disfrutamos de él.
Un gran comienzo para Hernán Guerschuny en su nueva carrera de
director.
Por Nicolás Feldmann
Reseña publicada originalmente el 6 de Mayo de 2014 en Cinefilia.tv
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